martes, 20 de septiembre de 2011

TODOS SOMOS CORRECTOS HASTA EL INSTANTE QUE SE PRESENTA LA OPORTUNIDAD


Y me dejo apenas el sabor de un grande amor
Sí, así fue, corto, pero intenso, mas las idiotese que cometemos en el medio
“pero” palabra que veo doy mucha importancia, nombro mucho, la coloco hasta en la sopa. Vamos a intentar escribir sin mencionarla, haber como sale esto.
¿Quién no?
Un día Max me dijo, deja que se vaya, el problema no es tuyo, el error tampoco, fue él quien se equivoco, vos podes seguir, mas no tenes que dar cuenta de nada.
Otro día Max dijo, deja de vivir en ese romanticismo del siglo 18, ayer estuvo, hoy no está, mañana no sabes, otro vendrá.
Un día Victor dijo, muchas veces nosotros ayudamos a la suerte, ella no esta si vos no la invocas, entonces tratemos de no cometer errores para llamar a la gran suerte.
Si hoy conducimos 24 horas de corrido sin dormir, la suerte será quien decida por nosotros.
Mas vale parar para dormir un instante, sentar la cabeza, levantarse, lavarse la cara y empezar de nuevo y seguir.
En el año el sabor a ruta me queda todavía en el paladar, querer, quiero muchas cosas, aún en mi mapa no tache todos los lugares que tengo por conocer.
Sería genial hacer todo esto solo, pero alguien un día me dijo una vez debes ver “wild nature” que habla de un hombre que decide viajar y cuando llega a donde quería, se encontró sin quien poder compartir la tal azaña.
Max un día me dijo quiero hacer esto solo, viajar, ir al cine, ir a tomar una cerveza a un bar solo, caminar solo. No supe si un día pensó que quería que alguien mas estuviera a su lado. Creo que ahora que se fue es tarde para preguntar.
Apoyo su pensamiento, aún así no me veo sola yendo al cine, aunque fui, no tuve con quien reír y mirarle la cara para hacer seña que me estoy riendo de lo mismo, viaje sola, hice las 4 comidas sola en completo silencio, camine sola, tome una cerveza sola, si lo intentas, luego sabrás como se siente y si queremos compañía o no, aparte de ello para solitario tengo esos días que estoy en el presente pero mi mente esta en otro lado, mi pensamiento, quien cuando quiere se va a otro sitio pensando en otra cosa o mismo alguien, recordando algo especial o no tan especial.
 Definitivamente aún no llego el hombre que me quite el apellido, muchas veces digo cuando me mande alguna embarrada de las mías, mi madre seguro esta pensando en quitarme el apellido y el nombre ya sea de paso, mas mi padre no se si fuese capaz, el me ama demasiado, puedo decir que es la persona que conoce mis virtudes y mis defectos al 100 % . Les debe parecer una tontería, pero en verdad yo tengo una amiga quien no gustaba del nombre que le dieron y ella no se quito el nombre, pero el padre le dijo bueno escoge tu nombre y vamos a cambiarlo.
Este cuento no esta muy relacionado, así mismo dice que hay cosas que si se piensan suceden y dejan de ser imposible o solo cuentos.
Con esto tengo el valor de decirles que un día dije voy a conocer bahía, más por saber que ocurría con un chico, aclaro que hoy el “querer saber” murió, dado que él no tenía curiosidad, (aún trato de entender, dado así, porque “quería” que llegara un día para encontrarnos) en verdad creo que yo dije tanta bobería que acabe censurando su boca y sus palabras en el eco mas silencioso, que traducido puedo pensar que paso a odiarme y no querer ni verme en figurita.
Un día Andrés me dijo, lo peor que podes decir a alguien es que estas enamorada de ese alguien.
Señores fue lo que hice, ya sabía de ante mano la reacción, como dice Andrés con eso uno sale corriendo. Concentrémonos en el MAPA, así es como un lugar en el mapa no será tachado.
Sí muchas veces hacemos esto, puedo declarar en mi contra que la persona dañada tiene el segundo papel estelar, hoy recuerdo su ausencia, mas el protagonismo acá con las embarradas es de mi persona.
Como dice Andrés, son cosas que pasan.
Aún así como dicen o mejor dicho digo yo, si no vas por tu limonada, no vas a saber que sabor tiene, sí amargo, si dulce, sin sabor, ácida, etc. Los mil sabores que deben de tener la relaciones humanas, ya sean amorosas y amistades.
Uno se relaciona con las personas, tanto como en función del sabor que tienen o dejan.
Hay relaciones que son como el agua, ya no es una limonada, cuando vas por ese vaso de limonada y no está encontras un vaso de agua, para mí representan aquellas personas que te calman la sed, miras el vaso límpido, transparente, hasta te podes ver vos mismo por momentos, mismo te da la sensación de tranquilidad.
Este chico tenía esos dos vasos, era agua y limonada con sabor dulce, por momentos solo caminar a su lado mi yo se iba, se olvida de donde estaba, se sentía segura, no digo que no me siento segura, para nada, sino no hubiese dicho tanta barbaridad, como comente adelante.
Recordemos que la idea es tachar en el mapa por donde estuvimos, ok?
Con el sabor de este chico bahiano, aprendí a borrar algo que escribí sobre una piedra hace un tiempo atrás cuando volvía a Santa Cruz (una historia con otro), gracias a eso guardo en silencio la historia de Santa Cruz, hasta los sueños hicieron veto de silencio.
Puede sonar cosa tonta pero atención, un día Wilfredo me dijo, las personas solemos escribir sobre las piedras y no aprendemos a escribir sobre la arena, por eso nos cuesta perdonar de corazón, olvidar en verdad y dejar que el viento se lleve lo que sucedió. 

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